¿Padeces endometriosis? ¿Te han explicado qué es?
Aquí te lo cuento todo.
La endometriosis ocurre cuando las células del revestimiento del útero crecen en otras zonas del cuerpo. Esto puede causar dolor, sangrado abundante, sangrado entre periodos y problemas para quedar embarazada (infertilidad).
Afecta al 7-15% de la población de mujeres en edad fértil, con una prevalencia del 28% en las mujeres con antecedentes de dolor pélvico y del 35-50% en las que presentan problemas de infertilidad.
Hay tres tipos típicos de lesiones:
1) implantes peritoneales y ováricos superficiales
2) endometriomas
3) endometriosis infiltrante profunda
¿Sabes cuales son los factores de riesgo?
Algunos factores de riesgo de esta enfermedad son predisposición genética, dependencia hormonal de estrógenos, disfunción inmunológica, factores ambientales como exposición a pesticidas y agroquímicos principalmente, factores relacionados con la reproducción y menstruación (menarquia precoz, menopausia tardía...) y factores relacionados con estilos de vida (falta de ejercicio, consumo de alcohol, tabaco y cafeína).
Si tienes pocos o ningún hijo y un índice de masa corporal (IMC) bajo tienes un mayor riesgo de desarrollar endometriosis.
Uno de los posibles factores patogénicos que afectan tanto a la endometriosis como a la dismenorrea son los niveles de prostaglandinas.
Los niveles altos de estrógeno pueden ser otro factor de riesgo para desarrollar endometriosis, el exceso de estrógenos estimula la formación de grandes cantidades de prostaglandinas, favoreciendo la inflamación y, en consecuencia, un estímulo doloroso.
¿Y los síntomas?
La principal queja de las mujeres que padecen endometriosis es el dolor durante las relaciones sexuales, la micción o la defecación. El dolor abdominal puede ocurrir en ciclos o que sea constante.
Otros síntomas incluyen dismenorrea, dolores menstruales con sangrado irregular y manchado premenstrual, trastornos de la defecación (p. Ej., Estreñimiento, diarrea, sangrado), polaquiuria (aumento del número de micciones) , sangre en la orina e infertilidad. La endometriosis puede influir en tu bienestar físico, mental y social.
¿Sabes cuando debes de sospechar de que padeces endometriosis?
Si presentas dolor intenso con la menstruación o dolor pélvico, debes realizarte un historial completo de reproducción y un examen pélvico.
La naturaleza del dolor y la relación del dolor con la menstruación apuntan al diagnóstico de endometriosis.
También te puede aparecer micción, defecación y coito doloroso.
Si eres joven y presentas dismenorrea (dolor intenso con la menstruación) no se requiere un examen pélvico ya que la enfermedad es poco común.
¿No voy a poder tener hijos si padezco de endometriosis?
Es importante señalar que no todas las mujeres con endometriosis padecen infertilidad. Sin embargo, la prevalencia de la enfermedad es mucho mayor en las mujeres infértiles (alrededor del 30-40%) que en la población fértil (10-15%).
Esto no significa que todas las mujeres con endometriosis tendrán dificultades para tener hijos y, viceversa, no todas las mujeres infértiles tienen endometriosis.
Muchas mujeres infértiles con endometriosis requieren tratamiento de reproducción asistida para quedar embarazadas.
¿Qué opciones de tratamiento habrían?
El coste medio del tratamiento por paciente calculado a través de 10 países es 9,579 euros por año.
Las terapias se dividen en dos tipos de tratamiento, terapias farmacológicas como los anticonceptivos orales que tienen como objetivo inhibir el crecimiento de los implantes endometriósicos y terapias quirúrgicas que intentan eliminar o destruir los implantes endometriósicos.
Además de las formas tradicionales de tratamiento para la endometriosis, incluido el tratamiento quirúrgico y la farmacoterapia, se está prestando cada vez más atención al tratamiento complementario.
Aunque a día de hoy la endometriosis se considera una enfermedad de causas desconocidas y no tiene una relación directa con la alimentación, se sabe que hay una serie de factores (alteración hormonal, inflamación, dolor, problemas digestivos) que de una manera u otra influyen en la enfermedad.
Existe evidencia científica de que si sigues una adecuada alimentación puedes mejorar tus síntomas.
¡En el siguiente post algunos consejos sobre alimentación!
Referencias bibliográficas:
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